HISTORIA
REGIONAL DE EUROPA.
TEMA 11:
LA U.R.S.S.
DE 1941 A 1995.
ÍNDICE DEL TEMA |
1. La U.R.S.S. de 1941 a 1953, el fin del estalinismo. a) Guerra y reconstrucción. b) La ruputra de las alianzas y los inicios de la Guerra Fría. 2. La U.R.S.S. de 1953 a 1985. 3. Gorbachov, la perestroika y el hundimiento de la U.R.S.S. (1985-1991).
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PARA SABER MÁS: Tema de ampliación nº 1: La caída del comunismo en la Europa del Este. Tema de ampliación nº 2: La Rusia de Boris Yeltsin.
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1.
La
U.R.S.S.
de
1941 a 1953, el fin del estalinismo.
En
este apartado vamos a tratar el régimen de Stalin desde la II Guerra Mundial
hasta su muerte en 1953. La organización económica y la concentración del
poder en la figura de Stalin, así como la resistencia del pueblo ruso fueron
las claves de la victoria. Stalin derrotó a los alemanes y el Ejército Rojo
ocupó todo el Este de Europa. Al acabar la guerra parecía que los problemas
se habían acabado, y no habían hecho nada más que empezar. Desde el
principio aparecen las rivalidades entre la URSS y los otros vencedores de
Hitler. Este enfrentamiento –conocido como Guerra Fría- desemboca en la
división del mundo en dos bloques irreconciliables que buscan la eliminación
del otro, las tensiones durarán
hasta finales de los ochenta. Europa personifica esa división, y dentro de
Europa el símbolo es Berlín.
En
el plano interno Stalin concentra todavía más poder, dirige la reconstrúcción
del país y se vuelve a la economía planificada que hace especial hincapié
en la industria pesada y el armamento. Las prácticas políticas de la etapa
anterior (purgas, deportaciones, falsos procesos, internamientos en campos de
trabajo...) continúan, si bien a un ritmo más bajo que durante el gran
terror de los años treinta. Con estas características se mantendrá el régimen
hasta la muerte del dictador.
a)
Guerra y reconstrucción.
I. El desarrollo de la II Guerra Mundial en el frente Este.
1.
El desarrollo bélico.
a)
El éxito inicial alemán: la Operación Barbarroja.
La firma del pacto germano-soviético de no agresión de 1939 suponía el aplazamiento de una guerra inevitable entre
dos regímenes antagónicos. Este pacto supone el reparto de Polonia entre los
dos países firmantes del tratado, Alemania inicia la ocupación de su parte el
1 de septiembre y la U.R.S.S. hace lo propio con su porción del pastel el 17
del mismo mes, el río Bug marcaría la nueva frontera entre los dos estados.
Mientras Hitler daba zarpazos al mapa de Europa en el Oeste, Stalin se
incorporaba sin problemas las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y
Lituania) que le habían tocado también en el reparto secreto, sobre esas
poblaciones desató una cruenta represión. El intentó de invadir Finlandia
supuso un estruendoso fracaso, y en esa campaña se dejó el ejército rojo
200.000 hombres, este país preservaba su independencia pero a cambio entregaba
a la Unión Soviética una estrecha franja al Este del país. Como vemos los dos
regímenes totalitarios se muestran totalmente expansionistas. Una vez que Hitler tiene
liquidado el frente Oeste se decide a invadir Rusia a las tres y cuarto de la
madrugada del 22 de junio de 1941, justo en el momento que el expansionismo alemán
se encontraba en su punto culminante, a esta campaña se el conoce con el nombre
de Operación Barbarroja. Stalin, a pesar de los rumores insistentes que señalaban
la posibilidad de invasión por parte de Alemania, se mostraba confiado por la
fortaleza militar rusa, además, a Hitler le faltaba todavía doblegar a Gran
Bretaña. Este exceso de confianza hace que las defensas rusas no estén
ultimadas para repeler el más que probable ataque y tampoco había trasladado
todavía el grueso de las fábricas ucranianas al otro lado de los Urales como
había hecho con muchas rusas. En estas condiciones el avance alemán es
imparable: rápidamente caen Bielorrusia, gran parte de Ucrania, Estonia,
Letonia y Lituania, los alemanes llegaron a cortar las comunicaciones con
Leningrado (San Petersburgo). En sus manos cayeron más de tres millones de
prisioneros y una gran cantidad de recursos.
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La operación Barbarroja. |
La
angustia de Stalin ante el ataque sorpresa es indescriptible, corre pareja con
sus primeros errores. Ante una situación tan excepcional acumula todavía más
poderes y se pone a la cabeza del alto mando, conocido como stavka.
A
finales de octubre llegan las primeras dificultades para los alemanes, aunque
llegan a las puertas de Moscú son repelidos por el general Zhukov. Ante la
gravedad de los acontecimientos, Stalin se plantea incluso trasladar la capital
hacia el Este. Los objetivos alemanes no se han cumplido, Hitler quería para
esa fecha haber tomado Moscú y gran parte de Rusia y consolidar la defensa
antes del invierno. El mismo general que había derrotado a Napoleón se aliaba
nuevamente con los rusos, el general Invierno atacará con crueldad a un frente
de miles de kilómetros en medio del hielo y del barro, a la vez que la presión
rusa aumenta. Con todo las derrotas soviéticas se suceden, y varias ciudades
caen en manos de los alemanes, algunos de estos fracasos son imputables
directamente al propio Stalin.
A
pesar de estos contratiempos continúan los traslados de fábricas y la creación
de industrias de guerra, los resultados son impresionantes (llegarán a producir
más de 130.000 aviones y más de 100.000 tanques, el doble de armas que
Alemania).
b)
La reacción rusa y la ocupación de la Europa Oriental.
En
noviembre de 1942 se inicia una de las batallas más duras y sangrientas de la
II Guerra Mundial, las tropas alemanas situadas a las afueras de Stalingrado
fueron rodeadas por los rusos. En enero de 1943 los rusos toman la ciudad y el
general alemán Von Paulus se entrega con 300.000 hombres. Tras este resonante
triunfo la guerra cambia de signo. El 4 de agosto de 1943 se libra otra batalla
vital, la batalla de Kursk, en ella los tanques son los protagonistas y el
general Zhukov un héroe, la batalla acaba con la retirada de la whermacht (ejército
alemán) sin ser derrotada. Posteriores batallas (operación Bagatrion) en el año
44 empujan a los alemanes fuera de las antiguas fronteras rusas, pero el ejército
ruso no se detiene, su objetivo es Berlín y la Europa del Este, las potencias
occidentales le dejan actuar, necesitan el frente Este para debilitar a Hitler
en el Oeste. El 1 de agosto de 1944 llegan a las afueras de Varsovia, no
quisieron impedir una última masacre de las SS donde murieron 300.000 personas.
En
este contexto Stalin viaja a Yalta en Crimea donde se reúne con Churchill y
Roosevelt. En esta conferencia se trazan las fronteras definitivas de Polonia,
confirmándose a Stalin todo lo que había conseguido del pacto con Hitler en
relación con Polonia y la administración conjunta de Alemania una vez
derrotada.
Para
asegurarse un buen reparto tras la II Guerra Mundial, Stalin acelera la ocupación
de los países del este (Hungría, Bulgaria, Polonia, Rumanía...). El 30 de
abril de 1945 las tropas rusas entran en Berlín y Hitler se suicida. El 7 de
mayo acaba la guerra en Europa, una nueva y larga guerra estallará entre los
aliados.
2.
Las claves de la victoria: el poder de Stalin y la resistencia del pueblo ruso.
El
protagonismo de Stalin durante la contienda ha sido evidente, en el aspecto
negativo él ha sido el causante del avance de los alemanes en un primer
momento, por exceso de confianza no había previsto la posibilidad del ataque
cuando era un clamor popular; de la misma forma, las brutalidades y purgas de
altos cargos militares durante los años treinta privaron al ejército de sus
cuadros dirigentes. Por encima de todo está la autoridad de Stalin que de forma
implacable llega a todos los rincones, el terror de los años treinta se continúa
pero suavizado, se siguen produciendo deportaciones y asesinatos masivos, el
terror preside todo, y contribuye a mantener la unidad frente al enemigo.
Pero
a pesar de todos estos problemas el país tenía muchas bazas para ganar la
guerra. En primer lugar, la planificación económica[1]
hace que el Estado controle fuertemente la economía, y esto, en una situación
de guerra, es una clara ventaja. Los planes quinquenales han duplicado la
capacidad productiva del país, se ha acelerado de forma espectacular la
industria pesada y con ella la bélica, la Rusia de 1939 no es ni mucho menos la
Rusia de 1914 cuando los ejércitos alemanes barrieron a las tropas del zar. Con
la ocupación alemana el control de la economía se intensifica, se pone en
marcha una economía de guerra, todo para el frente es la consigna, el campesino
ruso no ha mejorado su nivel de vida desde hace decenios y está acostumbrado a
terribles sacrificios.
Durante
la ocupación en algunas zonas los alemanes son recibidos como salvadores, pero
esa esperanza inicial se transforma en desesperación al probar la dura represión
de las tropas nazis, de esta forma Hitler se comporta en suelo ruso con más
crueldad aún que el propio Stalin. Esto conlleva la fuerte resistencia de los
rusos y el sabotaje a las líneas alemanas. En este clima de guerra se reactiva
el sentimiento nacional ruso, acallado durante años por los comunistas, y que
ahora se muestra como una herramienta formidable contra el invasor. Para aunar
esfuerzos Stalin recurre hasta a una cierta complicidad con la Iglesia ortodoxa,
sobre la que levanta la presión con la condición de que contribuya al esfuerzo
nacional contra el enemigo.
II. Política interior en los últimos años del estalinismo.
1.
La reconstrucción.
El
haber ganado la guerra le convertía a Stalin en un héroe, los últimos ocho años
de su vida –murió en 1953- suponen el punto culminante de su prestigio tanto
dentro como fuera de la URSS. El
aumento de su poder durante la contienda contribuyó a la reconstrucción del país
en la posguerra a través de nuevos sacrificios exigidos a la población. Entre
los objetivos económicos más destacados está la prioridad de relanzar la
industria pesada, esto era debido a la necesidad de modernizar tecnológicamente
el ejército rojo ante el desafío que suponía la Guerra Fría. En Rusia la
industria de consumo casi nunca fue una prioridad, el nivel de vida de la
población no importaba demasiado, en cambio la gran industria y el armamento
eran una preocupación constante.
Tras
la Guerra se reanudan los planes quinquenales. Relacionado con el 4º plan
quinquenal se encuentra la fabricación de
los tanques T 54 y de los aviones a reacción Iliuchin 28 y Mig 15. Como
resultado de los planes quinquenales 4º y 5º, la economía soviética dio un
salto espectacular, se duplicó la producción de petróleo, el acero y la
electricidad.
Un
síntoma de la evolución de la ciencia soviética es que en 1949 se produce la
primera explosión soviética controlada, aunque la URSS contaba al principio
con científicos alemanes prisioneros de Stalin, enseguida se formó una
abundante generación de físicos capaz de hacer frente a los retos de la Guerra
Fría.
La
agricultura, como siempre, era un sector rezagado, principalmente porque los
beneficios que generaba se invertían en la industria. Tras
la guerra Stalin intensificó la colectivización de las tierras, sobre
todo en los territorios recientemente incorporados. El propio Stalin aconsejaba
dureza contra los campesinos que se oponían siempre a la colectivización de
las propiedades.
El
gobierno del dictador en nada se diferenciaba de la etapa anterior a la II
Guerra Mundial. Las características del régimen de Stalin
en los inicios de los cincuenta se pueden sintetizar en este fragmento de
René Girault:
“Ausencia
de vida política real, personalización del poder, mística de la planificación
y de grandiosas realizaciones industriales, mediocridad de las condiciones de
vida, sacrificio de la agricultura, uniformidad intelectual, exaltación de la
grandeza pasada, desconocimiento del extranjero, profundo deseo de paz de las
masas y convicción de ser el modelo de la humanidad nueva”.
Además
de las deportaciones continuó en 1952 con las purgas y persecuciones contra
colectivos importantes del país como ingenieros, médicos y dirigentes del
partido, de todas formas la magnitud de éstas eran un pálido reflejo de las de
los años treinta. A la vez la censura se endurecía con los escritores, el
premio nóbel de literatura –Pasternak- fue perseguido por sus críticas. Que
la gente pensara era algo peligroso.
Desde
el punto de vista político Stalin ejercía por igual fascinación y terror en
sus compañeros del partido, todos le temían y sabían que en cualquier momento
podría firmar su pena de muerte o su degradación. Todos los resortes del poder
eran controlados, él nombraba a sus allegados para los principales puestos:
secretarios regionales del partido, jefe de policía, miembros del Politburó...
todo, absolutamente todo dependía de él. A su muerte estaba claro que el
sistema no iba a perdurar, por lo menos con la misma estructura, el poder único
fue sustituido por una dirección colegiada entre los principales dirigentes
comunistas: Beria, Molotov, Malenkov y Kruschev principalmente.
b)
La ruptura de las alianzas y los inicios de la Guerra Fría.
La derrota nazi sólo había solucionado algunos problemas, otros estarían latentes. La alianza entre el capitalismo occidental y el comunismo era sólo coyuntural, cuando cayó Hitler desapareció la necesidad de cooperar y afloraron las rivalidades. La rivalidad entre las dos superpotencias genera tensiones durante decenios a este enfrentamiento constante, que no llega a degenerar nunca en guerra abierta, se le conoce con el nombre de Guerra Fría. El juicio a los responsables nazis supervivientes, que se celebró en la ciudad alemana de Nüremberg entre noviembre de 1945 y octubre de 1946, fue el último acto conjunto de todos los aliados. Las fricciones entre ambas superpotencias no tardarán en estallar a causa de la ocupación transitoria de Alemania que la U.R.S.S. quiere hacer permanente.
Este enfrentamiento se producirá con altibajos hasta la caída del muro
de Berlín y la desaparición del comunismo fruto de la política de Gorvachov a
partir de 1989. En algunos momentos la tensión fue tan grande que se rozó la
guerra nuclear, un ejemplo es la crisis de los misiles de Cuba en 1962. Lo
normal es que las dos superpotencias no se enfrenten abiertamente sino en
conflictos secundarios: guerra de Corea, de Vietnam...
En esta guerra que no llega a estallar nunca cada superpotencia se va a
rodear de aliados, y así el mundo se va a dividir en dos grandes bloques y los
distintos países estarán en un bando o en otro, los países neutrales se
reducen al mínimo. Cada superpotencia muestra un respeto tácito hacia la zona
de influencia de la otra y el sistema será tal que cuando se produzca una
rebelión en Praga o Budapest para salir de la influencia rusa los
estadounidenses no actuarán; de la misma manera cuando el Partido Comunista
Italiano gane las elecciones, no va a llegar a gobernar nunca, porque los demás
partidos se aliarán contra los comunistas por expreso deseo de los Estados
Unidos. Las zonas de influencia se mantienen intactas.
Estados Unidos contará con todas las democracias europeas occidentales,
toda América (menos Cuba que escapará en 1959), gran parte de Asia y de África.
La U.R.S.S. cuenta en Europa con los países que durante la II Guerra Mundial ha
ocupado el Ejército Rojo y que no abandona, a ellos se unirá Checoslovaquia, más
tarde se incorpora China al bloque comunista, aunque no en calidad de sometido,
y otros países descolonizados de Asia y África. Dentro de cada bando cada
aliado muestra una uniformidad ideológica, económica y política con su líder.
El año 1947 es muy importante y se le considera el punto de arranque de
la guerra fría. En ese año el presidente estadounidense H. S. Truman se
declara el campeón de la libertad, dijo que su país no podía permitir que el
comunismo se extendiera por el mundo y criticó que en los países del Este y
Centro de Europa los partidos comunistas que eran minoritarios se hicieran con
el poder con el apoyo de la Unión Soviética. Esto le llevará a actuar
militarmente en Grecia y Turquía, lugares donde los gobiernos democráticos están
en peligro por el levantamiento de la guerrilla comunista, con esta intervención
se preservó a estos países para el bloque occidental. Además de esto Truman
lanzó un plan económico para la reconstrucción de Europa destruida por la
guerra, fue redactado por su secretario de Estado (ministro) Georges Marshall y
por eso se le conoce como Plan Marshall.
Estados Unidos pretendía con este plan la recuperación europea para frenar el
avance soviético, y que una Europa, nuevamente productiva, pudiera pagar sus
deudas a Estados Unidos... El plan fue un éxito total y entre 1948 y 1952
fueron invertidos en Europa 13.000 millones de dólares que contribuyeron a la
reconstrucción. Sólo España quedaba fuera de ese plan por la identificación
del régimen de Franco con las potencias derrotadas y a las que había ayudado
en la guerra a pesar de la neutralidad. Los países de la Europa Oriental y la
propia Unión Soviética, que presionó sobre ellos, rechazaron este plan.
La
respuesta soviética a la doctrina Truman fue la creación en octubre de 1947
del Kominform que suponía la renovación de la antigua Internacional Comunista,
desde ella se criticará duramente la política occidental a la que se califica
constantemente de imperialista. Los países del Este de Europa serán
denominados democracias populares y gozarán de una soberanía muy
limitada, desde Moscú se controlaba todo y no se permitía ninguna muestra de
insubordinación.
La respuesta comunista vendrá el 14 de mayo de 1955 con la firma del tratado que da vida al Pacto de Varsovia, alianza militar que integrará a la URSS, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumanía, al año siguiente se sumó la República Democrática Alemana. Era la respuesta al ingreso en la OTAN de la República Federal Alemana. El pacto garantizaba la defensa mútua en caso de ataque. El Comité Consultivo Político será la máxima institución, estará formado por los secretarios de los partidos comunistas de cada país, sus jefes de Gobierno y sus ministros de Asuntos Exteriores. Por encima existía un Consejo de Ministros y una comandancia conjunta dirigida siempre por un mariscal soviético, a esta comandancia estaban supeditadas las fuerzas de todos los países miembros y tenía como misión decidir la intervención en un país miembro en caso de conflicto, en esta cláusula se basaron los soviéticos para invadir Hungría en 1956 o Checoslovaquia en 1968. Como vemos la Unión Soviética controlaba legal y militarmente a sus países aliados.
Los territorios ocupados por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia no tardarán en ser unificados. El primer precedente de esta unificación de zonas de ocupación se produce en 1946 cuando estadounidenses y británicos unen sus zonas frente a la tentativa rusa de repartir la cuenca del Ruhr también en cuatro zonas de ocupación, propuesta que fue rechazada.
En marzo de 1948 las potencias occidentales informan a los soviéticos sobre sus intenciones de unir sus zonas y crear una Asamblea Constituyente como embrión para la creación de una Alemania unida en la que estaría presente también el Berlín occidental (las tres cuartas partes de la ciudad). Stalin como respuesta procede al bloqueo de Berlín (bloqueo que fue superado por un gigantesco puente aéreo). En junio de 1948 por el Tratado de Londres se convocan elecciones para agosto. En agosto de 1948 se funda la República Federal de Alemania sobre los territorios ocupados por los aliados occidentales, un país independiente con capital en Bonn, en septiembre es elegido como canciller Konrad Adenauer. La respuesta soviética sería la creación el 7 de octubre de 1949 de la República Democrática de Alemania, bajo la dependencia soviética y con capital en el Berlín oriental. Como vemos Alemania permanece dividida en dos países irreconciliables, cada uno pertenece a un bando y el telón de acero separa a ambos. La tensión entre ambas zonas sería permanente y se incrementaría a raíz de la construcción en agosto de 1962 por parte de los rusos del muro de Berlín para evitar la masiva emigración a la zona occidental de la ciudad. La reunificación de las dos Alemanias se producirá tras la caída del muro, frase con la que se designa al derrumbamiento de los regímenes comunistas de la Europa Oriental y Central a partir de 1989.
[1] Desde el abandono de la N.E.P. se inicia en la U.R.S.S. la planificación económica, a través de planes quinquenales las fábricas y el campo tienen que cumplir la producción económica diseñada por un organismo llamado GOSPLAN. Simultáneamente se produce la colectivización del campo y de las fábricas, con la reducción de la propiedad privada a un porcentaje residual.